8 sept 2009

EL "TAPE"

Le decían así, y nos acostumbramos a llamarlo de ese modo. Nuestro profesor de "Historia de la Filosofía".Un personaje pintoresco; entraba siempre con un portafolios y un paraguas -aunque no hubiera amenaza de lluvia- el pelo teñido de un color rojizo (pretendiendo tapar las canas con un castaño, supongo.)

Los alumnos eramos tres varones, y unas veinte mujeres. Dos fuimos muy compinches: Ricardo y yo. Mi amigo era 10 vendedor domiciliario, y actor de teatro vocacional; extrovertido e histriónico. Pronto comenzaron los juegos, yo hacía de "apoyo logistico" y Ricardo ponía en marcha la diversión; en las pausas entre una asignatura y otra organizabamos concursos de modelos entre las chicas, las hacíamos desfilar...bueno, una fiesta. Había algunas muy lindas, que iban a lucir ropas y "pasar el tiempo", pero no entendían, ni les interesaba.

A poco andar...el Tape se dió cuenta de como venían las cosas, así que pronto dejó de explicar...se sentaba y dictaba. Con Ricardo nos dimos cuenta de que se sentía acompañado por nosotros, que sí preguntábamos, y teníamos curiosidad. El profe sabía, y mucho. Un día comen a jugar, dictar cosas sin sentido...por allí estaba hablando de Kant y luego decía ...bueno, entonces... Ockham (filósofo del siglo XIV) y todo el mundo tomaba nota, sin darse cuenta.
-¿Como se escribe profesor? Y el deletreaba. Luego nos miraba sonriente y seguía.
Tímido al extremo, un día cruzó al café de enfrente...y allí estábamos con mi amigo, lo invitamos a sentarse con nosotros, y comenzó la complicidad. Le contábamos sobre los juegos en las pausas...y el acotaba, pero...están lindas eh?

Ya un día comenzó a jugar como chico;se paraba frente a la clase, rompiendo con su timidez, y sacaba un libro grueso, y decía:
-Este es un libro sobre perversiones (el trabajaba como psicómetra en un consultorio del hospital...ese era en realidad su oficio)
-¿quieren que hablemos sobre perversiones? siiiiiiiii respondíamos todos. Y así se divertía con tonterías, recuerdo que un día explicó sobre un sujeto que se excitaba tirando huevos en la cabeza de mujeres desprevenidas, que acechaba en la noche.

El Tape era un tipo solitario, sin hijos, vivía con su madre...era como un chico grande. Le tomamos gran afecto, y el café luego de cada clase -y los comentarios- eran de rigor. En esas charlas también nos enseñó mucho; a vincular las líneas de pensamiento a través de los siglos, las influencias...y hasta anécdotas sobre la vida de los filósofos.

Un hombre de vida monótona, con un trabajo rutinario en el hospital, que enseñaba sin necesidad del sueldo. Creo que buscaba llenar su tiempo, hablando de lo que amaba, y buscando un poco de afecto. Con nosotros lo encontró.

Un día dejó de ir dar clases...estaba enfermo y no había quien lo reemplazara. Mi amigo y yo extrañabamos esas charlas donde se mezclaba lo absurdo, lo cotidiano, y las enseñanzas. Regresó al año siguiente, por pocos meses... Le contamos que teníamos dificultad con otra asignatura, donde había que organizar y presentar una monografía.

El Tape dejo de ir definitivamente, licencia por largo tratamiento. Un día nos llegaron dos libros, con dedicatoria...los trajo el ordenanza que le llevaba y traía formularios, certificados.Todavía tengo el libro, allí está, entre los que atesoro. "La aventura del trabajo intelectual"...enseña entre otras cosas, como hacer una monografía.

Un hombre, su soledad, sus inseguridades, su humor sutil . Un hombre que se muestra como puede, que convierte los textos en imágenes intensas. El profe y su figura inefable; eso queda, no se borra...el humano, más que el docente. Los demás se van convirtiendo en rostros desdibujados en el tiempo...