28 jul 2009

Capacidad inexplorada...casualidad...

Dice el Dr. George Boeree, refiriéndose a Carl Gustav Jung:

…tuvo la capacidad de un soñar muy lúcido e ilusiones ocasionales. En otoño del 1913 tuvo la visión de una “inundación monstruosa” que hundía casi toda Europa,cuyas aguas llegaban hasta las faldas de las montañas de su nativa Suiza. Vio miles de personas ahogándose y la ciudad temblando. Luego, las aguas se tornaban en sangre. En las siguientes semanas a la visión, surgieron sueños de inviernos eternos y ríos de sangre. Pero el uno de agosto de ese año, empezó la Primera Guerra Mundial. Jung creyó que de alguna manera existía una conexión entre él como individuo y la humanidad en general que no podía explicarse. Desde este momento hasta 1928, se fue metiendo en un proceso doloroso de auto-exploración que formaría la base de su futura teoría del Inconsciente Colectivo.

Una experiencia con Freud, cuatro años antes.

En 1909, Freud invitó a Carl Jung, uno de sus jóvenes discípulos, a pasar una semana en su casa de Viena. Cierto día, estando ambos en la biblioteca, Jung preguntó a Freud que pensaba de los fenómenos “ocultos”. Freud respondió que no creía en ellos; entonces Jung sintió en su pecho una terrible quemazón, al tiempo que se oyó un violento crujido en la biblioteca. Jung exclamó “¡aquí tenemos un ejemplo de lo que llamamos expresión catalítica!”
-Supongo que bromea usted!-exclamó Freud.
-No lo crea, profesor; le aseguro que todavía no ha terminado.
Efectivamente, en aquel mismo instante se produjo otra formidable detonación, que dejó a Freud sumido en la mayor estupefacción.
Unos días después escribió a Jung explicándole que los ruidos procedían de dos estatuas egipcias de piedra que había en la biblioteca y cuyo peso hacía crujir las estanterías.

-Freud-Roger Mauge- Editorial Bruguera, España.


¿En lo personal?, no sé …sospecho...
Hace pocos días murió en Jujuy un ex compañero de colegio, atacado por la gripe “A”. No lo veía desde hace unos diez años; ni al él ni a su esposa, que conocí desde chico.
Supe que había un muerto por esta enfermedad, pero recién a la semana me enteré de quien se trataba.
Lo llamativo? Que unos días antes de saberlo…soñé con su esposa no recuerdo qué soñé, pero sí desperté pensando en ella.
Hace unos años el episodio más fuerte y evidente en mi vida.
Estaba buscando alguien que pudiera hacerse cargo de una tarea social con jóvenes de la calle. No se me ocurría quien podía ser.
Una noche soñé con Sara A.familiar de un político amigo, y experta en trabajos escolares de ese tipo. El sueño tenía contenidos sobre el tema, también de índole política, y fuerte contenido sexual hacia ella.
A la mañana siguiente, busqué su teléfono en la guía (hacía un par de años que no nos veíamos)…llamé, y respondió ella.
-¿Quién habla?
-R. V. C, y te llamo por tal y cual cosa.
Se quedó en silencio un rato, y luego me dijo…-casi me desmayo, estoy asustada!
-Que pasó! Le dije –Es que soñé con vos anoche!...me respondió.
No puedo explicarlo, tal vez tenga una explicación en causas nada extrasensoriales.
Claro está, personas como Sigmund Freud, que tenía una fuerte formación en química y biología- antes de ser psiquiatra- daba a todo esto una explicación en matemática, o sea…infinitas posibilidades del azar.
Siempre con mis “metáforas” sobre las energías que no veo…opto por llamar a estos fenómenos “hilos invisibles” que unen a determinadas personas.


2 jul 2009

SUEÑO PUNEÑO

Abra pampa, tres mil metros de altitud en la Puna Jujeña.

Siento un malestar, y pienso; “es sabia la sangre, el hombre de aquí tiene más glóbulos rojos, para transportar el oxígeno”.Los recién llegados –capitalinos nos llaman- nos “apunamos”, nos falta el oxígeno. Llevo varias horas sin dormir; el frío, los latidos apurados… escucho mi corazón retumbando en la almohada, en mi cabeza; me siento intranquilo.

Salgo de la pieza de Zenón Cruz, un gendarme jubilado, nuestro referente político en la zona; camino un poco, y me pongo a mirar el cielo, está por todos lados, las estrellas parecen más cerca. Se me da por pensar - alguna vez, en una noche así, con veinte grados bajo cero, debe haber mirado mi abuelo- El llegó de Bélgica, soldado devenido en minero. Se me da por pensar en su extrañeza… por ser extraño… y por admiración. Se me da por pensar en medio del silencio - seguro que hemos mirado las mismas estrellas. Pienso en el destino, y me entra el estremecimiento - si estuvieran mirando allá arriba…desde tan alto se debe ver adonde vamos.

Me apuro a entrar, ya no aguanto estar solo. Zenón esta dormido sobre un catre hecho con tientos de cuero, lo miro y me calmo; necesitaba mirarlo; tristeza y euforia a la vez, y pienso…-he venido como dirigente político; tengo varios papeles a la vez, todos son míos, pero no sé cual es el que gobierna.

La noche, allí afuera, despertó muchos sentimientos, que hubiera querido volcar, pero…no estaban los demás, los otros hombres. Vuelvo a mirar al viejo, y me apacigua verlo…duerme en su catre de madera y oveja...parece vagar, parece tranquilo.
Quiero dormir, pero no puedo…me palpita la ansiedad de estar vivo; yo la escucho en el retumbo de mi almohada. -Tengo que dormir, para acompañarme con el viejo, el sueño nos iguala…mañana yo dirijo.