28 jun 2009

MIS CARTAS...MUJER

Pediste que escribiéramos -hagan una “composición” sobre el Libertador San Martín…dijiste que te gustó mi escrito, que necesitaba unas correcciones, y que las haríamos juntos. Hoy te cuento, maestra, desde mi fantasía de los diez años me sentí elegido por la mujer ideal …dulce, muy blanca, muy linda…de negros cabellos.
Desde entonces, mujer… mi relación contigo siempre tuvo un punto de partida, o de llegada...
una carta.

A los doce,llegaste a casa de tu tío. Jugamos a la rayuela bajo el farol de la esquina, luego caminamos de la mano…dejaste una cartita con un poema antes de regresar a tu provincia. Nunca más nos vimos…escribimos un largo tiempo.

A los dieciséis fuimos novios, nos vimos todas las noches… dos años. Cada mañana escribíamos una carta, el correo las entregaba al día siguiente. El adiós se selló con cartas, ya sin vernos; ahora estas lejos…siento en mis labios esas lágrimas tibias.

Comencé a buscar tu mirada con algún disimulo; tu hermano era mi compañero de secundaria…y eras una delicia…no estaba claro si eras mi amiga, o te gustaba.
Aquella noche, al regresar de la disco…fingiste dormir, y tu pecho permaneció largo rato en mi mano ahuecada ( cuanta timidez, y tanto deseo). Los encuentros fueron
los fines de semana, entre tanto te escribía; era un placer, aunque no respondieras.
Cuando nos divorciamos hubo dudas, idas y vueltas, y muchas cartas de mi parte…

Y se terminó el tiempo del papel, el sobre, y el cartero. Y comenzó el tiempo de esta pantalla, y el teclado. Una carta es ahora un “email”.

Nos conocimos en el "chat"... durante un año, emails y mensajes al celular; comenzó como fantasía, continúo como juego erótico…y llegaste a mi casa…¿te acuerdas princesa?...partiste de regreso, y nos escribimos algún tiempo…hasta que la realidad se impuso. He seguido trayéndote a mis escritos “espaciales”.

Mujer…despertaste mi relación sensual con la escritura…luego lo hice por trabajo, para vender, para convencer, pero sobre todo por placer. Nunca sentí un afán de estética literaria, pienso que la búsqueda fue como en lo epistolar…decir…y esperar respuesta.

Mujer, me gusta pensar en ti al escribir…tal vez…escribo siempre para ti …tal vez…
para asomarme a espiar tu misterio…sueño de adolescente…primera novia…madre de mis hijos…princesa y amante…deseo permanente.

Hoy, sin papel, frente al teclado…junto a la música, y trasnochando, sigo escribiendo…a veces me lees sin comentarios; otras veces me dejas mucha riqueza en pocas letras. Aprendí a leerte como amiga, contención, afecto…sin conocernos personalmente. Lejana en distancia, cercana y cálida siempre. Te leo mujer…reflejo, inspiración, misterio…indago en tu interioridad, disfruto tu inteligencia, tu poder de síntesis…esa alquimia que transmuta el dolor en búsqueda. Sigo escribiéndote, intento seducirte, logras cautivarme…como aquella maestra linda, como siempre.

15 jun 2009

YAGUDIN Y SU TRAJECITO GRIS

De las enseñanzas de Buda:
“Lo que el necio aprende lo vuelve menos y menos brillante, el conocimiento le parte la cabeza. De inmediato quiere premios, y sitios de honor. Estos son sus vanos deseos…éste es su estúpido orgullo.”
En aquel tiempo no lo hubiera considerado, buscaba el reconocimiento. Curiosamente, quien me dió a conocer públicamente, vivía desapegado de toda recompensa o búsqueda de prestigio.

Don Lucho Elías Yagudín. No olvido su nombre, su figura pequeña; nunca lo vi reír, tampoco el ceño fruncido…siempre una sonrisa leve.

En aquel tiempo -recién recibido de profesor-hacía un programa en radio Nacional; divulgación sobre temas filosóficos.

Don Lucho permanecía todo el día en una oficinita de la radio. Desde su máquina de escribir producía para “Agenda Cultural”, programa siguiente al mío, donde una locutora leía sus textos.
De a poco se fue acercando, me preguntaba cosas…se intuía que el las conocía - ¿Usted que piensa de…? Un día… –quiere un reportaje para el diario? –traiga una buena foto. Así aparecí en la página cultural, que Yagudín escribía una vez a la semana.

Aquel hombre no percibía sueldo en la radio, le brindaban la oficina y los elementos de trabajo; un té por la tarde, pan que le convidaban los demás. Vivía en una pequeña pensión, que pagaba con algunos pesos del diario. Usaba siempre el mismo traje gris, camisa blanca y corbata. Decía ser vegetariano...un día hicimos un asado en el patio de la emisora, comió todo lo que pudo; generando por detrás comentarios y risas.
Siempre se burlaban,-habla bien de todos los espectáculos; tal obra de teatro fue un desastre, y el rescató el trabajo de los actores. Las locutoras decían -ese viejo tiene mal olor, no lava la ropa ni se baña. La observación era real; también era cierto que Don Yagudín nunca hacía una crítica desfavorable, siempre buscaba lo bueno. Una tarde, estando ambos en su oficina; se asomó la locutora de voz solemne que leía sus comentarios –Don Lucho, ¡Ud. no hace crítica!, solo habla bien de todo!. Cuando ella se fue, dijo-yo hago lo que hace bien, ¿para qué hacer cosas que dañen y me produzcan arrepentimiento?
Fue un amigo -que también lo quería- el que me llamó una mañana… -anoche murió Yagudín, -¿vamos al entierro esta tarde?

Esperamos en el cementerio hasta que llegó la camioneta de la municipalidad, traía el féretro, y lo acompañaba la señora de la pensión. El cajón del municipio -para indigentes- era muy precario. Lo levantamos entre cuatro, la señora de la pensión, el empleado municipal, nuestro amigo, y yo. No voy a olvidar esa tarde. Nunca.

Don Lucho había llegado de Lituania siendo chico, nunca supe como, ni por qué. No tenía familiares cuando lo conocí. Una vez, me dijo entusiasmado -voy una semana a Buenos Aires.
Cuando regresó, le pregunté que había hecho; me contó de un retiro espiritual en el campo... se había reunido con viejos amigos que profesaban el Lamanismo, el budismo tibetano. Nunca lo vi eufórico, pero estaba satisfecho, estaba como el que dice...llegué, y no se repetirá.

Sigo recordando su cara, su voz leve. Don Yagudín vive en mí, treinta años después…No sé si he idealizado su figura. Lo hice, pues lo recordé al releer el libro sobre Buda. No sé si Yagudín era un sabio, o un hombre acomodado a sus circunstancias, tal vez sea lo mismo...Desde otra mirada, podría preguntarme ¿pasó hambre?, ¿frío?, ¿sufrió la soledad y la pobreza? Tal vez, creo que sí. Pero jamás lo escuché quejarse, enojarse, nunca lo noté con rencores, ni ansiedades, mucho menos cargando culpas sobre los demás. En última instancia, si lo idealicé como asceta...me quedó algo cierto, me mostró que se puede vivir sin lo que todavía no puedo dejar.


“Vanos deseos…estúpido orgullo…
busca el desapego,
no los aplausos de los demás”
-Buda-

3 jun 2009

CHAT...CHATeando, fuí llegando.

Etapa pre - space / blog :


DE CHATEAR, A "LA FAMILIA 45"


Cuando Internet era curiosidad, y pocos tenían conexión en sus casas; comencé a incursionar por los denominados cyber. Chatear, era una tendencia masiva, como es hoy el teléfono celular; quien no lo usa, se expone a retornar a las cavernas.

Los cyber

Temiendo ser catalogado como cavernícola, me interné en los "cyber", que se habían convertido en la meca cibernética para los jóvenes...yo no era joven, pero me interesaba participar de ese ritual, que prometía contacto con gente de todo el mundo.

En cuanto al entorno, los cyber estaban poco iluminados, mucho humo de cigarrillo...gritos en los video juegos, y alguna sacudida espasmódica en el box de al lado...en consonancia con los gemidos de un video porno.

Las salas de chat

Creo que todos han conocido alguna ¿ o no ?, es un recinto virtual donde 40 o 60 personas intentan charlar, cosa de por sí bastante difícil; más cuando todos mienten el nombre, sexo, edad...etc. y no dicen cual es el tema...o mejor, que tema los trae.

Como Eliminar formato de la selecciónen todos lados, hay un grupo hegemónico, -en este caso el que frecuenta diariamente la sala- ellos se conocen, hablan en clave y admiten o no la charla con los recién llegados. Los demás, los que son ignorados por los"líderes", escriben insultos, estupideces, o alguna broma, para ver si captan la atención de alguien.

Algo curioso son las personas que figuran como incorporadas a la sala, pero no escriben. He llegado a creer que están observando y tienen objetivos claros...deben ser freudianos, o lacanianos...pues a través del discurso detectan las necesidades de los que escriben. Lo confirmè en oportunidades en que sorpresivamente me invitaron al "privado" (habitación virtual para hablar a solas) ...no diré de que hablé.

Lo que el chat se llevó

Se llevó mis sueños ingenuos de conocer muchas féminas, cercanas y agradables. ¿El resultado? ...para olvidar...salvo un par de buenas amigas y muuuchas anécdotas risueñas.

Un botón para muestra? ... el galán cibernético entabla charla con una mujer ....de su ciudad!, afina la guitarra, el teclado...y surge un diálogo interesante. Ella resulta inteligente, surge la picardía...la charla va tomando temperatura, la fantasía a mil ! ...entonces...¿nos encontramos?La cita: dentro de 15 minutos en tal esquina (una de la madrugada). LLego con el corazón a los saltos, adrenalina brotándome hasta por
las orejas...paro en la esquina, miro...a un lado, a otro...no veo a la
vestal...a la ninfa soñada, de pronto, esa mujer...sí, esa (no voy a describir para evitar juicios ), encara hacia mi coche -¡es la del chat! Momento terrible, sube al auto, nos saludamos, doy una vueltas...pálido, mudo...hasta que se me ocurre la salida "menos peor"...-mirá disculpame, olvidé que tengo que buscar a mi hijo en un cumpleaños, te dejo y después nos conectamos, si?

Es feo, discriminatorio, cruel...pero, a que mentir? no llegaba al mínimo umbral de mi concepción estética; bue...en criollo, me había hecho el bocho, y ...no me gustaba un joraca! tampoco hubiera podido sostener una charla ...estaba tildado, totalmente bloqueado. Me sentí mal por ella y por mí. Pasado el tiempo, puedo reir de estas cosas...

Llega "La Familia 45": MSN GROUPS.

Fueron unos grupos que había creado MSN, donde alguien hacía de administrador, invitaba gente, teníamos una clave para ingresar...y se generaba una especie de foro de debate.

El grupo se autodenominò "La familia 45", por obvias razones. Eso sí, al poco tiempo dejó de parecerse a una familia, pues surgieron los celos, envidias, y por supuesto...una pareja de enamorados. Cuando ella estaba a punto de viajar a México para contraer matrimonio...llegó la noticia del fallecimiento del novio cibernético. Todos escribieron poemas, prepararon réquiems, llovieron los pésames a la novia. Yo me salvé de participar en esas demostraciones; es que la administradora del grupo me pasó el dato: "no murió" , el hombre había engañado tanto que no podía mostrarse.

Después de aquilatar tantas experiencias arribé a los "spaces" y "blogs" esa ya es otra historia, para ser narrada en "Historias de Blogs"